all your acts of charity, all the Holy Love* in your heart, is stored up by Me, your Papa God (todos sus actos de caridad, todo el Amor Santo en sus corazones, lo guardo Yo, su Papá Dios)

Read Philippians 4:4-7 +
Rejoice in the Lord always; again I will say, Rejoice. Let all men know your forbearance. The Lord is at hand. Have no anxiety about anything, but in everything by prayer and supplication with thanksgiving let your requests be made known to God. And the peace of God, which passes all understanding, will keep your hearts and your minds in Christ Jesus.

+ Scripture verse(s) asked to be read by God the Father. (Please note: all Scripture given by Heaven refers to the Bible used by the visionary. Ignatius Press – Holy Bible – Revised Standard Version – Second Catholic Edition. )

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Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: “Hoy los invito a ver que todos sus actos de caridad, todo el Amor Santo en sus corazones, lo guardo Yo, su Papá Dios, en lo que parecería una caja fuerte. En el momento de su juicio, juntos hacemos un retiro. Algunas almas tienen ahorros sustanciosos que pueden retirar y verlos en la eternidad. Otras, lamentablemente, no tienen más que una suma escasa –algunas ni siquiera eso– y su eternidad refleja su negligencia en la otra vida. Algunos emplean su existencia terrenal absortos en atesorar bienes mundanos que no cuentan en el más allá. Mi Resto se da cuenta de la responsabilidad que tiene de su eternidad y trabaja diligentemente viviendo en Amor Santo.”

“El Amor Santo es su plan de jubilación más seguro, es el fondo fiduciario o herencia en que pueden invertir por su bien y el de toda su familia. El Amor Santo en el corazón le atrae a sus familias mucha protección, revelaciones y méritos que de otra manera no merecerían.”

Lean Filipenses 4:4-7
Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense. Que la bondad de ustedes sea conocida por todos los hombres. El Señor está cerca. No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús.