Hearts must acknowledge error before they can be converted. (Los corazones tienen que reconocer el error antes de que se puedan convertir.)

“I see the present-day threats to peace and security. I have given your country leaders who listen to Me. The enemy of your peace listens to the voice of pride. Hearts must acknowledge error before they can be converted. I do not see such humility in evil leadership. Pray that he* is able to grasp the consequences of any decision he makes which is a show of aggression. This is the hope of peace – though an insecure peace.”

“Freedom must not be at the mercy of maniacal dictators.”

* North Korea’s dictator Kim Jong-un.

Read Sirach 5:4-7+

Do not say, “I sinned, and what happened to me?”
for the Lord is slow to anger.
Do not be so confident of atonement
that you add sin to sin.
Do not say, “His mercy is great,
he will forgive the multitude of my sins,”
for both mercy and wrath are with him,
and his anger rests on sinners.
Do not delay to turn to the Lord,
nor postpone it from day to day;
for suddenly the wrath of the Lord will go forth,
and at the time of punishment you will perish.

+ Scripture verses asked to be read by God the Father.

“Yo veo las amenazas actuales hacia la paz y seguridad. Le he dado a su País líderes que me escuchan. El enemigo de su paz escucha la voz de la soberbia. Los corazones tienen que reconocer el error antes de que se puedan convertir. Yo no veo semejante humildad en el liderazgo malvado. Recen pidiendo que él* pueda comprender las consecuencias de cualquier decisión que tome, que es una muestra de agresión. Esta es la esperanza de paz; aunque una paz incierta.”

“La libertad no debe estar a merced de dictadores dementes.”

*El dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un.

Lean Eclesiástico 5:4-7
No digas: “Pequé, ¿y qué me sucedió?”, porque el Señor es paciente. No estés tan seguro del perdón, mientras cometes un pecado tras otro. No digas: “Su compasión es grande; él perdonará la multitud de mis pecados”, porque en él está la misericordia, pero también la ira, y su indignación recae sobre los pecadores. No tardes en volver al Señor, dejando pasar un día tras otro, porque la ira del Señor irrumpirá súbitamente y perecerás en el momento del castigo.