I invite each of you to celebrate this season of Christmas in the quiet of your hearts ( invito a cada uno de ustedes a celebrar esta época de Navidad en la quietud de sus corazones)

“The heart of the world is slowly, yet, rapidly, being consumed by disordered self-love. I call upon My Remnant Faithful to recognize this invisible force which is fueled by Satan, the enemy of every soul. Pray that more and more souls engage in battle this invisible enemy who takes the form of materialism. This is the enemy who promotes consumerism as the only celebration of Christmas.”

“Dear Remnant, you are the ‘ark’ in the storm of materialism which is attacking the heart of the world. Be united in your prayers.” (12/22/2018)

Read Ephesians 2:19-22+

So then you are no longer strangers and sojourners, but you are fellow citizens with the saints and members of the household of God, built upon the foundation of the apostles and prophets, Christ Jesus himself being the cornerstone, in whom the whole structure is joined together and grows into a holy temple in the Lord; in whom you also are built into it for a dwelling place of God in the Spirit.

+ Scripture verses asked to be read by God the Father.

“El amor propio desordenando está consumiendo al corazón del mundo de forma lenta, y no obstante, con rapidez. Le pido a Mi Resto Fiel que reconozca esta fuerza invisible que es alimentada por Satanás, el enemigo de todas las almas. Recen pidiendo que más y más almas participen en la batalla contra este enemigo invisible que toma la forma de materialismo. Este es el enemigo que promueve el consumismo como la única celebración de Navidad.”

“Querido Resto, ustedes son el ‘arca’ en la tormenta del materialismo que está atacando al corazón del mundo. Estén unidos en sus oraciones.”

Lean Efesios 2:19-22
Por lo tanto, ustedes ya no son extranjeros ni huéspedes, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Ustedes están edificados sobre los apóstoles y los profetas, que son los cimientos, mientras que la piedra angular es el mismo Jesucristo. En él, todo el edificio, bien trabado, va creciendo para constituir un templo santo en el Señor. En él, también ustedes son incorporados al edificio, para llegar a ser una morada de Dios en el Espíritu.