| August 11, 2022 Once again, I (Maureen) see a Great Flame that I have come to know as the Heart of God the Father. He says: “Today, children, I would like to talk to you about having an unselfish heart. Such a heart is clothed in Holy Love.* His goal throughout the day is to please others, putting his own needs last. This is how he makes room for Holy Love in his heart. At the end of the day, each soul should take account of how he has accomplished this self-abnegation. That is how he measures where he can improve tomorrow. This effort to put self last is the way to sanctification. This is the key to personal holiness. Stop and reflect how My Son** accomplished this when He was on earth.”Read Titus 2:11-14+ For the grace of God has appeared for the salvation of all men, training us to renounce irreligion and worldly passions, and to live sober, upright, and godly lives in this world, awaiting our blessed hope, the appearing of the glory of our great God and Savior Jesus Christ, who gave himself for us to redeem us from all iniquity and to purify for himself a people of his own who are zealous for good deeds. + Scripture verses asked to be read by God the Father. |
11 de agosto de 2022 Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Él dice: “Hoy, hijos, me gustaría hablarles sobre tener un corazón desinteresado. Tal corazón está revestido de Amor Santo.* Su objetivo a lo largo del día es complacer a los demás, poniendo sus propias necesidades en último lugar. Así es como él hace espacio para el Amor Santo en su corazón. Al final del día, cada alma debe tener en cuenta cómo ha logrado esta abnegación. Así es como mide dónde puede mejorar mañana. Este esfuerzo por poner el yo en último lugar es el camino de la santificación. Esta es la clave de la santidad personal. Detente y reflexiona cómo Mi Hijo** logró esto cuando estuvo en la tierra”.Lea Tito 2:11-14+ Porque la gracia de Dios se ha manifestado para la salvación de todos los hombres, entrenándonos para renunciar a la irreligión y a las pasiones mundanas, y a vivir en este mundo una vida sobria, recta y piadosa, esperando nuestra bendita esperanza, la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, que se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. + Versículos de las Escrituras que Dios Padre pidió que leyeran. |
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